viernes, 7 de marzo de 2008

Como un niño que pregunta y pregunta...

¿En la sociedad por qué existen voces que no se escuchan, por qué existen hombres que no hablan?
Este interrogante tiene un motivo principal y es el temor a aprender a pensar, a seguir aprendiendo y aprehendiendo nuevas cosas de la vida y de la convivencia con los demás.
Muchas personas no exponen sus ideas y sus opiniones porque temen que no sean parecidas, aceptadas o apoyadas por los demás, porque piensan que sus argumentos no son lo suficientemente válidos para sustentar sus ideas respecto a lo que sucede diariamente en el mundo.
Entonces lo que le hace falta a esas voces que callan, es ser como ese niño que nunca deja de preguntar y preguntar sobre todo y cualquier cosa, ese niño que no tiene en su mente el conformismo, ese niño que no le teme al ridículo y ese niño que nunca deja de expresarse pase lo que pase.