Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar;
que unan sus voces y lleguen al sol; en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz y aquellos que sufren dolor;
que canten por esos que no cantarán porque han apagado su voz...
Así como dice esta estrofa de la canción de José Luis Perales, son niños, pero también jóvenes, adultos y ancianos los que han apagado su voz por algún motivo; motivo que por muy grande que sea no es excusa para no luchar por sus derechos, por sus sueños, por sus metas, y anhelos.
Aunque haya dolor, tristeza, penas y miedo en sus corazones, deben tener la valentía y fortaleza para salir adelante, y recorrer el camino de la vida que aún no han terminado.